RESEN_BOLSIS_002

Diamantes en bruto
Adolf Quibus [Adolfo Quibus García]
Ilustración de la cubierta, Sempere
Editorial Bruguera, Barcelona
Enero 1984
Colección: Tam-Tam; nº 79
96 páginas.


Materias: Naufragios – islas perdidas – yacimientos de diamantes.

Si hay algo que caracteriza a los bolsilibros de Adolf Quibus es su cualidad coral. Jamás pasó tanto en tan pocas páginas. A lo largo de estas y desde el comienzo de la obra te vas metiendo en una espiral aventurera que no te deja escapar hasta su casi siempre —como en la práctica totalidad de los bolsilibros en general—abrupto final, en general con un beso romántico (ponga FIN), o el tímido inicio de un idílico romance. Eso tampoco falla en los bolsis de Quibus.

Vámonos ya, que para luego es tarde… Mike Newman en un barco anti naufragios que acaba naufragando. Creyéndose único superviviente, enseguida se encuentra con dos compañeros de fatigas: Tim Hollins, joven y locuaz, y Sugar Ray, más taciturno y pesimista que ambos. De pronto Sugar Ray desaparece. De súbito, la aventura, el desafío, el cambio de ritmo dentro de la historia. Se descubre que la isla no está deshabitada, sino que existe en ella una oculta ciudad; conocemos al despiadado Sir Thomas, eminente científico, el descubrir que la isla es un yacimiento de diamantes en bruto, la rebelión de Tim, el encierro, el abrupto encuentro con Noemí, una hembra de infarto (ya sabemos que en todos los bolsis sólo hay mujeres de bandera). Mil aventuras más con Noemí… Arf, arf… Déjenme respirar, ya que el bolsilibro no te deja.

Otra vuelta de tuerca y nos encontramos con una reina blanca y hambrienta de sexo que deja a Mike extenuado… Otro giro y en una de estas la reina Tamira (pues Tamira es su nombre) muere en un ataque perpetrado por los monos gigantes de Samar, el gran brujo de la diosa Kali, a quién deben sacrificarse vírgenes… Aparición milagrosa de Noemí y del infortunado Sugar Ray… La virginidad de Noemí se pierde por el camino a fin de no ser merienda para Kali y gran traca fin de fiestas con boda y todo.

Bolsilibro esté muy entretenido, de fácil y ágil lectura, con capítulos cortos e intensos, sin otra pretensión que la de evadirnos de lo que nos rodea, que eso sí que es una aventura…

Andrés Ramón Pérez Blanco