Donald Curtis [Juan Gallardo Muñoz]
Ilustración de la portada, Jaume Provensal.
Darkland Editorial, Torrelavega
Enero 2015
128 páginas.
Tres joyas componen este volumen, conteniendo la primera novela publicada a Juan Gallardo, con la particularidad en su portada de un error ortográfico (La muerte elije). Moví carros y carretas hasta conseguir este libro. Y ahora, una vez leído, masticado y digerido comentaros que, como en casi todo Garland, no contienen desperdicio alguno. Es un privilegio leer en este volumen al primer Garland. Pulp puro en sus páginas, personajes bien definidos y tramas que, como la araña, te atrapan en sus redes y que, una vez iniciado el libro, no te dejan descansar hasta su sorprendente desenlace. Vamos a diseccionar de manera breve las tres novelas que componen este volumen.
— La muerte elige. Número 41 de la colección Detective. La primera novela que publicó Juan Gallardo, aquí Donald Curtis. Es un primoroso primer ejercicio, puro pulp, que nos advierte del grandísimo potencial que vendría después afortunadamente para todos nosotros. Doug Martin y Audrey y una oscura trama política, aderezada con un asesinato. Una delicia de novela.
— Cerco de sombras. Número 175 de la colección Servicio Secreto. Vuelven Doug Martin y Audrey como matrimonio ya consolidado y un tiempo después de su primera aventura. Esta obra da título al volumen. Nuestro periodista de sucesos vuelve a involucrarse demasiado en otra de las exclusivas de su periódico. En esta ocasión todo se ve precipitado desde un raro accidente con una bella estrella del cine. Las peripecias que viven nuestra plumilla y su mujer a bordo de este libro son de traca. Y son maravillosas.
— ¡Silba, muerte, silba! Número 495 de la colección Servicio Secreto. Tercera y última de Curtis que aparece en el volumen, una pura joya. Aquí, Larry McDuff, un federal a punto de coger vacaciones, se ve envuelto en un caso que le obliga a olvidarse de ellas. Un asesino vengador que sólo mata cuando llueve y silbando una melodía. Hasta aquí os puedo escribir. Me ha parecido un librazo, quizá el mejor del volumen.
Amigos, este libro es una fiesta continua, es puro Garland. Otro merecidísimo homenaje a su obra.
Andrés Ramón Pérez Blanco
